Los mandamientos de la Ley de Dios
Estos diez Mandamientos se encierran en dos: amarás a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a ti mismo. Preceptos generales de la Iglesia:
Confesión general o «Yo pecador»Suele rezarse antes de la Confesión. El Ritual Romano da facultad para abreviarlo. Yo, pecador, me confieso a Dios todopoderoso, y a la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado San Miguel Arcángel, al bienaventurado San Juan Bautista, a los santos apóstoles San Pedro y San Pablo, a todos los Santos, y a vos, Padre, que pequé gravemente con el pensamiento, palabra y obra, por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa. Por tanto, ruego a la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado San Miguel Arcángel, al bienaventurado San Juan Bautista, a los santos Apóstoles San Pedro y San Pablo, a todos los Santos y a vos, Padre, que roguéis por mí a Dios nuestro Señor. Fórmula abreviada:Me confieso pecador delante de Dios, y reconozco que he pecado por mi culpa. Por tanto, ruego a la Virgen María y a todos los Santos del Cielo que intercedan por mí a Dios nuestro Señor. Amén.Acto de contrición Conviene rezarlo siempre que se ha cometido algún pecado, y particularmente en caso de algún accidente o muerte repentina o sea cuando el cristiano no tiene posibilidad de confesarse; y puede abrir las puertas del Cielo al pecador. Siempre ha de ser con la intención de confesarse cuando se pueda. ¡Señor mío Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, y también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca mas pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me sea impuesta. Amén. Ofrecimiento de sí mismo.Tomad, Señor, toda mi libertad; recibid mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad. Todo cuanto tengo y poseo, Vos me lo disteis; a Vos lo devuelvo todo, sometiéndome enteramente a vuestra voluntad para que ella me gobierne.Dadme solamente vuestro amor, junto con vuestra gracia, y seré bastante rico; ni deseo otra cosa alguna. Renovación de las promesas del BautismoEn el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.Señor Dios, uno y trino, Criador, Padre y Salvador mío, confiado en los méritos de la Sangre de Jesús y en la intercesión de mi querida Madre, la Santísima Virgen María, y uniéndome en espíritu a todos los Ángeles del Cielo, yo, nombre, vengo a renovar las promesas que por mí hicieron mis padrinos en el día de mi Bautismo. Y así, con plena deliberación y con perfecta determinación de mi voluntad, digo que quiero ser cristiano y acepto los compromisos que en aquel día contraje. Y, por tanto: Renuncio a Satanás, a todas sus pompas y obras que puedan apartarme del verdadero camino de mi salvación; Renuncio a los placeres ilícitos y a las máximas del mundo, tan contrarias al espíritu de Cristo Jesús; Renuncio al pecado y a todo lo que, directa o indirectamente, pueda conducirme al mismo. Prometo seguir a Jesucristo y su santa doctrina; Prometo santificar los días de fiesta y recibir con frecuencia los santos sacramentos. Prometo guardar todos los Mandamientos de Dios y de la Iglesia, fundada por el mismo Jesucristo. Prometo portarme, siempre y en todas partes, como buen cristiano, sin respetos humanos ni claudicaciones de ninguna clase. Prometo apartarme de todo espectáculo y diversión mala o peligrosa, de toda lectura inmoral o impía, de toda moda poco conforme con la modestia cristiana. Y Vos, Dios mío, concededme los auxilios y gracias que necesito para seros fiel hasta la muerte. Amén. Tres Avemarías al Inmaculado Corazón de María. Corazón de Jesús, en Vos confío. Dulce Corazón de María, sed la salvación mía.
Confesión sacramental:
|