LOS SUFRIMIENTOS SOPORTADOS POR AMOR A JESÚS CRUCIFICADO SALVAN ALMAS.

Juan Pablo II en el documento pontificio “Dolor que salva”: “Cuando una persona une a la pasión de Jesucristo un sufrimiento, éste se transforma en una partícula de valor infinito”.
Pío XII en la encíclica “Del Cuerpo místico de Cristo” recuerda palabras de san León Magno: “Cuando unimos nuestros sufrimientos a la Pasión de Jesucristo, nuestros cuerpos, por el bautismo, son transformados, en carne de Jesús crucificado, que salva almas, por tener un valor infinito.

EL GRAN TESORO DEL SUFRIMIENTO

San Pablo: Alegraos cuando sufráis por amor a Jesús crucificado porque cuando venga a juzgarnos, desbordareis de gozo.
LA OBRA MÁS GRANDE Y MÁS AGRADABLE A DIOS ES SALVAR UN ALMA.
Santa Teresa de Jesús: “Mas aprecia Dios que salvemos un alma, mediante su misericordia, que todos los demás servicios, que pudiéramos hacer.
San Francisco de Sales: “Ante Dios un sola alma pesa más que el mundo entero.
San José de Calasanz: “Entre las obras divinas, la más divina es cooperar con Dios en la salvación de las almas.

CADA VEZ HAY MÁS CONVERSIONES

Dice este folleto: “Al unir con amor nuestros sufrimientos a la Pasión de Jesucristo, Este concede la conversión a una serie de pecadores.
Actualmente la actividad apostólica de la Iglesia está limitada por el pecado que va adquiriendo más poder.
No obstante los frutos apostólicos de la actividad invisible, pero real, de los cristianos, -miembros del Cuerpo Místico de Jesucristo- cada vez son más visibles.
Estos frutos –las numerosas conversiones- son debidas a la intervención generosa de los cristianos, en la distribución de las gracias del infinito tesoro de la redención.

GRUPOS ESPONTÁNEOS DE ORACIÓN

En este folleto se da el testimonio de varios cenáculos de oración. Personas que deciden quedar para orar en una casa, y que con el paso del tiempo estos grupos de oración aumentan exitosamente el número de miembros.

SALVAR UN ALMA ES SALVARSE A SÍ MISMO

San Agustín: Si salvas un alma salvas la tuya.
San Ignacio de Loyola: “Aún cuando me asegurase que muriendo iba directo al cielo, prefiero quedarme en la tierra, incierto de mi salvación si con ello hubiera podido ayudar a salvar a algún pecador.”
San Pablo explicaba esto mismo con esta frase: “completo en mi carne, en bien de la Iglesia, lo que falta de la Pasión de Jesucristo.
Con estas palabras quería significar san Pablo que, cuando sufría por algo, soportaba su sufrimiento por amor de Jesucristo crucificado porque sabía que salvaba almas.
Salvar un alma es salvarse a sí mismo, dice la Sagrada Escritura.

LA ENCÍCLICA DEL CUERPO MÍSTICO DE JESUCRISTO Y SALVAR ALMAS

Pío XII dice: "En todo tiempo hemos de unir nuestros sufrimientos a los de Jesús en la cruz para salvar almas"…. "muriendo en la cruz, Jesucristo mereció un tesoro infinito de gracias. Por disposición de la Divina Providencia, estas gracias no se nos conceden todas de una vez"… "Dios quiere que los cristianos, los miembros de su Cuerpo místico, intervengan en la distribución de estas gracias al unir en todo tiempo nuestros dolores a los sufrimientos de su Pasión, para salvar almas".
Pío XII: "Misterio verdaderamente tremendo y que jamás se meditará bastante, el que la salvación de muchos dependa de las oraciones y voluntarias mortificaciones de los miembros del Cuerpo místico de Jesucristo".

SANTA TERESA DEL NIÑO JESÚS

Del capítulo V de Sta. Teresita en su manuscrito "A"

La sangre de Jesús

Un domingo, mirando una estampa de Nuestro Señor en la cruz, me sentí profundamente impresionada por la sangre que caía de sus divinas manos. Sentí un gran dolor al pensar que aquella sangre caía al suelo sin que nadie se apresurase a recogerla. Tomé la resolución de estar siempre con el espíritu al pie de la cruz para recibir el rocío divino que goteaba de ella, y comprendí que luego tendría que derramarlo sobre las almas...
(Continuación añadida a lo que venía en el folleto) También resonaba continuamente en mi corazón el grito de Jesús en la cruz: «¡Tengo sed!». Estas palabras encendían en mí un ardor desconocido y muy vivo...
Quería dar de beber a mi Amado, y yo misma me sentía devorada por la sed de almas... No eran todavía las almas de los sacerdotes las que me atraían, sino las de los grandes pecadores; ardía en deseos de arrancarles del fuego eterno... Y para avivar mi celo, Dios me mostró que mis deseos eran de su agrado.

EL GRAN ATAJO PARA SANTIFICARSE Y SALVARSE

La teología afirma que unir los ACTOS Y SUFRIMIENTOS personales a la pasión de Jesucristo es el gran atajo para santificarse y salvarse.

De los apuntes recogidos de un folleto que indica al final del mismo que es distribuido por el monasterio de Santa María de Jerusalén y por varios conventos de clarisas y carmelitas descalzas de Barcelona y provincia; y difusión de la Divina Misericordia.


Del Diario de Santa Faustina
Procede de texto difundido por internet "diario_santa_faustina.zip" que indica es de la Editorial de los Padres Marianos de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen Maria

58 + Una noche vino a visitarme una de nuestras hermanas que había muerto hacía dos meses antes. Era una de las hermanas del primer coro. La vi en un estado terrible. Toda en llamas, la cara dolorosamente torcida. [La visión] duró un breve instante y desapareció. Un escalofrío traspasó mi alma y aunque no sabía donde sufría, en el purgatorio o en el infierno, no obstante redoblé mis plegarias por ella. La noche siguiente vino de nuevo, pero la vi en un estado aun más espantoso, entre llamas más terribles, en su cara se notaba la desesperación. Me sorprendí mucho que después de las plegarias que había ofrecido por ella la vi en un estado más espantoso y pregunté: ¿No te han ayudado nada mis rezos? Me contestó que no le ayudaron nada mis rezos y que no le iban a ayudar. Pregunté: ¿Y las oraciones que toda la Congregación ofreció por ti, tampoco te han ayudado? Me contestó que nada. Aquellas oraciones fueron en provecho de otras almas. Y le dije: Si mis plegarias no te ayudan nada, hermana, te ruego que no vengas a verme. Y desapareció inmediatamente. Sin embargo yo no dejé de rezar. Después de algún tiempo volvió a visitarme de noche, pero en un estado distinto. No estaba entre llamas como antes y su rostro era radiante, los ojos brillaban de alegría y me dijo que yo tenía el amor verdadero al prójimo, que muchas almas se aprovecharon de mis plegarias y me animó a no dejar de [interceder] por las almas que sufrían en el purgatorio y me dijo que ella no iba a permanecer ya por mucho tiempo en el purgatorio. ¡Los juicios de Dios son verdaderamente misteriosos!

1783 + Al sumergirme en la oración y unirme a todas las Misas que en ese momento se estaban celebrando en el mundo entero, rogué a Dios, a través de todas esas Santas Misas, la misericordia para el mundo y especialmente para los pobres pecadores que en ese momento estaban en agonía. Y en aquel momento dentro de mi recibí la respuesta de Dios, de que mil almas (132) habían recibido la gracia a través de la oración que yo había elevado a Dios. No sabemos qué número de almas que podemos salvar con nuestras oraciones y nuestro sacrificio, por eso oremos siempre por los pecadores.

57 Oh, mi Jesús, Tu eres la vida de mi vida, Tu sabes bien que lo único que deseo es la gloria de Tu nombre y que las almas conozcan Tu bondad. ¿Por qué las almas Te evitan, oh Jesús?, no lo entiendo. Oh si pudiera dividir mi corazón en partículas mínimas y ofrecerte, oh Jesús, cada partícula como un corazón entero para compensarte, aunque parcialmente, por los corazones que no Te aman. Te amo, Jesús, con cada gota de mi sangre y la derramaría voluntariamente por Ti para darte la prueba de mi amor sincero. Oh Dios, cuanto más Te conozco tanto menos Te puedo entender, pero esa incapacidad de comprenderte me permite conocer lo grande que eres, oh Dios. Y esa incapacidad de comprenderte incendia mi corazón hacia Ti como una nueva llama, oh Señor. Desde el momento en que permitiste, oh Jesús, sumergir la mirada de mi alma en Ti, descanso y no deseo nada más. He encontrado mi destino en el momento en que mi alma se sumergió en Ti, en el único objeto de mi amor. Todo es nada en comparación Contigo. Los sufrimientos, las contrariedades, las humillaciones, los fracasos, las sospechas que enfrento, son espinas que incendian mi amor hacia Ti, Jesús.
Locos e irrealizables son mis anhelos. Deseo ocultarte que estoy sufriendo. No quiero ser recompensada jamás por (23) mis esfuerzos y mis buenas obras. Oh Jesús, Tu Mismo eres mi recompensa. Tú me bastas, oh Tesoro de mi corazón. Deseo compartir los sufrimientos del prójimo, esconder mis sufrimientos en mi corazón no solo ante el prójimo, sino también ante Ti, oh Jesús.
El sufrimiento es una gran gracia. A través del sufrimiento el alma se hace semejante al Salvador, el amor se cristaliza en el sufrimiento. Cuanto más grande es el sufrimiento, tanto más puro se hace el amor.

1582 Oh Jesús mío, ahora abrazo al mundo entero y Te pido misericordia para él. Cuando me digas, oh Dios, que ya basta, que ya se haya cumplido plenamente Tu santa voluntad, entonces en unión Contigo, Salvador mío, entregaré mi alma en manos del Padre celestial, llena de confianza en tu misericordia insondable y entonaré el primer himno a Tu misericordia cuando me presente a los pies de Tu trono. ¡No te olvidaré, pobre tierra!, aunque siento que me sumergiré inmediatamente toda en Dios, como en un océano de felicidad, eso no me impedirá volver a la tierra y dar ánimo a las almas e invitarlas a confiar en la Divina Misericordia. Al contrario, esa inmersión en Dios me dará unas posibilidades ilimitadas de obrar.

2 de Noviembre: Conmemoración de todos los fieles difuntos.

La intercesión de los santos: "...sabía que hay un cielo, y que ese cielo está poblado de almas que me quieren y que me miran como a hija suya..." (Santa Teresita)

¡No llores si me amas!

En los cementerios aprendí que son lugares de paz y de expiación, pero sobre todo a amar más y desear que todo ser humano sea salvado. Comprendí el amor inmenso de algunos hermanos que eligieron ser enterrados junto a personas incrédulas o ateas como otros cristos que quieren que todo el mundo se salve, siendo testigos incluso después de muertos. Que al enemigo, no le agrada que recemos por los difuntos y peregrinemos a sus tumbas, confirmando la importancia de nuestros rezos, peregrinaciones, misas en favor de los que nos han dejado, sacrificios, indulgencias y cruces soportadas en aplicación a difuntos.

Apocalipsis 5,9
...Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.
Marcos 2 3Y le vienen a traer a un paralítico llevado entre cuatro.
4Al no poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron el techo encima de donde él estaba y, a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacía el paralítico.
5Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: «Hijo, tus pecados te son perdonados».
¡¡¡Aupa!!!
Mt 5,1-12 Viendo a la muchedumbre, subió a un monte, y cuando se hubo sentado, se le acercaron los discípulos, y abriendo Él su boca, les enseñaba, diciendo:
Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán hartos. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia, porque suyo es el reino de los cielos.
Bienaventurados seréis cuando os insulten y persigan y con mentira digan contra vosotros todo género de mal por mí. Alegraos y regocijaos, porque grande será en los cielos vuestra recompensa, pues así persiguieron a los profetas que hubo antes de vosotros.

Juan 14, 23 Respondió Jesús y les dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y en él haremos morada.....
27 La paz os dejo, mi paz os doy; no como el mundo la da os la doy yo. No se turbe vuestro corazón ni se intimide.
Jn 16, 33...os lo he dicho para que tengáis paz en mí; en el mundo habéis de tener tribulación; pero confiad: yo he vencido al mundo.

Mt 18, 1-5 «Yo les aseguro a ustedes que si no cambian y no se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí».

Mt 11, 25-30 «¡Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla! ¡Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien!

Hace tiempo leí en un libro que en las casas de la Madre Teresa de Calcuta se sentía la presencia de esta santa.
Un día entré en una de las casas de las misioneras de la Caridad, allí donde son atendidos y descansan enfermos, algunos terminales.
Estuve en una zona como de parquecito, rezando al lado de una imagen de la Milagrosa.
Después, fui a la capilla dando la vuelta al edificio.
Estuve rezando un rato, y sentí esa presencia de forma muy viva.
Es como si la Madre estuviera allí. Me hubiese gustado cogerle la mano.
Pero me di cuenta que no era posible, porque la Madre Teresa, estaba también en mí.
Esto ha sido una revelación, una puerta que se abrió.
Porque la experiencia se ha repetido.
La misma emoción la tuve tiempo después con la presencia de mi padre.
Recuerdo en la capilla del hospital donde falleció.
La misma sensación, sus manos y el querer cogerlas.
Y más recientemente incluso en una comida con la familia en un restaurante.
A la hora del postre, pedí lo que hubiese querido mi padre, y fue como si estuviera presente entre nosotros…
La sencillez, la humildad, el querer hacer un bien, la oración, el sacrificio, la cruz, puede hacer que se sienta esa presencia de alguien que ya no está.
Cristo es la puerta, y podemos vivirlo a través de Él.
Testimonio: Era viernes 1 de Febrero del 2013 de madrugada.
Dicen que de las 11 de la noche del jueves a las 3 del viernes es la hora de Getsemaní, así que estuve rezando, si bien estaba bastante cansado y a ratos me quedaba dormido. Estaba en un duermevela.
Hacia las 2 de la madrugada fue como si mi padre entrara en mi habitación, avanzara, y se quedara al lado izquierdo de la cama en donde estaba recostado.
Su aspecto era muy bueno, iba con su gabardina color caqui, cinturón ceñido, impecable. Estaba fenomenal. Quizás con unos cincuenta y tantos. Joven.
Me alegré mucho de verle. Vine a decirle ¡cuánto tiempo!, más bien lo pensé y ¿dónde te habías metido? Me desperté. Con una sensación muy viva de que había estado allí. Incluso pensé en pasar la mano a mi lado por si notaba algo, pero solo Jesucristo y nuestra Madre celestial tienen el cuerpo glorificado. Y aún con las ganas de abrazarle, de quererle. Quizás también de pedirle perdón. Incluso durante unos instantes estuve a la expectativa por si escuchaba algo. Silencio.
Fue el regalo del Señor por intentar rezar, velar esa noche, y otros viernes de madrugada.

Jn 9, 29Y sucedió que, mientras oraba, el aspecto de su rostro se mudó, y sus vestidos eran de una blancura fulgurante, 30.y he aquí que conversaban con él dos hombres, que eran Moisés y Elías;

Domingo XXXIV, último del tiempo ordinario
Jesucristo Rey del Universo

Había sobre la cruz un letrero en griego, latín y hebreo, que decía:«Éste es el rey de los judíos».
Uno de los malhechores crucificados insultaba a Jesús diciéndole:«¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros». 
Pero el otro le reclamaba:«¿Ni siquiera temes tú a Dios estando en el mismo suplicio? Nosotros justamente recibimos el pago de lo que hicimos, pero éste ningún mal ha hecho». 
Y añadió: «Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino».
Jesús le respondió:«Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso».

Has hecho de nosotros Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.

Cántico HIMNO A DIOS CREADOR Ap. 4, 11; 5,9-10. 12

Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.

Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos
porque fuiste degollado
y con tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.

Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


Has hecho de nosotros Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.

REZA EL SANTO ROSARIO