Jesús es  la Luz verdadera que, viniendo a este mundo, ilumina a todo hombre Todo un Dios, se hizo vulnerable y necesitado como un bebé, como uno de nosotros para ser nuestro guía: CAMINO, VERDAD y VIDA. Necesitó a la humilde María y al justo y bondadoso José, de su fidelidad y obediencia a la voluntad divina. a cuantos Le recibien les da poder de venir a ser Hijos de Dios, a aquellos que creen en su Nombre;
 que no de la sangre, ni de la voluntad carnal, ni de la voluntad de varón, sino de Dios, son nacidos.
  • Lecturas escogidas del tiempo de Navidad. Se recomienda su meditación. Son los cimientos*se recomienda su difusión y rezo. Dios se lo pague

    Si buscas la estrella está encima del Sagrario, encima del Sagrado Corazón de Jesús cautivo por Amor a cada persona en el Sagrario, Corazón traspasado desde donde dirige Su mirada de Misericordia sobre la humanidad, un Corazón que precisa de un corazón de carne que Le adore, lata en este mundo com-padeciendo-se por Cristo, con Él y en Él y de las miserias humanas, uniéndose a la Pasión de lo que falta al Cuerpo de Jesús para la salvación de muchos; como hizo María, cuyo corazón fue traspasado por una espada, cuando el Corazón del Señor fallecido fue traspasado con una lanza. Jesús con la Sangre y el Agua re-creo la humanidad y María es la Madre de la re-creación, por la Redención.
    La Madre Iglesia continúa con esta labor.
    Por el sacramento del bautismo te has convertido en templo del Espíritu Santo; no ahuyentes, pues, con acciones pecaminosas un huésped tan excelso, ni te entregues otra vez como esclavo del demonio, pues el precio con que has sido comprado es la sangre de Cristo.

    24/12/2018 homilía del santo Padre en Nochebuena.
    José, con María su esposa, subió «a la ciudad de David, que se llama Belén» (Lc 2,4). Esta noche, también nosotros subimos a Belén para descubrir el misterio de la Navidad.
    1. Belén: el nombre significa casa del pan. En esta "casa" el Señor convoca hoy a la humanidad. Él sabe que necesitamos alimentarnos para vivir. Pero sabe también que los alimentos del mundo no sacian el corazón. En la Escritura, el pecado original de la humanidad está asociado precisamente con tomar alimento: «tomó de su fruto y comió», dice el libro del Génesis (3,6). Tomó y comió. El hombre se convierte en ávido y voraz. Parece que el tener, el acumular cosas es para muchos el sentido de la vida. Una insaciable codicia atraviesa la historia humana, hasta las paradojas de hoy, cuando unos pocos banquetean espléndidamente y muchos no tienen pan para vivir.
    Belén es el punto de inflexión para cambiar el curso de la historia. Allí, Dios, en la casa del pan, nace en un pesebre. Como si nos dijera: Aquí estoy para vosotros, como vuestro alimento. No toma, sino que ofrece el alimento; no da algo, sino que se da él mismo. En Belén descubrimos que Dios no es alguien que toma la vida, sino aquel que da la vida. Al hombre, acostumbrado desde los orígenes a tomar y comer, Jesús le dice: «Tomad, comed: esto es mi cuerpo» (Mt 26,26). El cuerpecito del Niño de Belén propone un modelo de vida nuevo: no devorar y acaparar, sino compartir y dar. Dios se hace pequeño para ser nuestro alimento. Nutriéndonos de él, Pan de Vida, podemos renacer en el amor y romper la espiral de la avidez y la codicia. Desde la "casa del pan", Jesús lleva de nuevo al hombre a casa, para que se convierta en un familiar de su Dios y en un hermano de su prójimo. Ante el pesebre, comprendemos que lo que alimenta la vida no son los bienes, sino el amor; no es la voracidad, sino la caridad; no es la abundancia ostentosa, sino la sencillez que se ha de preservar.
    El Señor sabe que necesitamos alimentarnos todos los días. Por eso se ha ofrecido a nosotros todos los días de su vida, desde el pesebre de Belén al cenáculo de Jerusalén. Y todavía hoy, en el altar, se hace pan partido para nosotros: llama a nuestra puerta para entrar y cenar con nosotros (cf. Ap 3,20). En Navidad recibimos en la tierra a Jesús, Pan del cielo: es un alimento que no caduca nunca, sino que nos permite saborear ya desde ahora la vida eterna. En Belén descubrimos que la vida de Dios corre por las venas de la humanidad. Si la acogemos, la historia cambia a partir de cada uno de nosotros. Porque cuando Jesús cambia el corazón, el centro de la vida ya no es mi yo hambriento y egoísta, sino él, que nace y vive por amor. Al estar llamados esta noche a subir a Belén, casa del pan, preguntémonos: ¿Cuál es el alimento de mi vida, del que no puedo prescindir?, ¿es el Señor o es otro? Después, entrando en la gruta, individuando en la tierna pobreza del Niño una nueva fragancia de vida, la de la sencillez, preguntémonos: ¿Necesito verdaderamente tantas cosas, tantas recetas complicadas para vivir? ¿Soy capaz de prescindir de tantos complementos superfluos, para elegir una vida más sencilla? En Belén, junto a Jesús, vemos gente que ha caminado, como María, José y los pastores. Jesús es el Pan del camino. No le gustan las digestiones pesadas, largas y sedentarias, sino que nos pide levantarnos rápidamente de la mesa para servir, como panes partidos por los demás. Preguntémonos: En Navidad, ¿parto mi pan con el que no lo tiene?

    Is 11,1-3a
    Brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago. Sobre Él se posará el espíritu del Señor: espíritu de prudencia y sabiduría, espíritu de consejo y valentía, espíritu de ciencia y temor del Señor. Le inspirará el temor del Señor.

    Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 2, 29;3, 61-6 (3 de enero memoria santísimo nombre de Jesús)
    Queridos hijos: Si ustedes saben que Dios es santo, tienen que reconocer que todo el que practica la santidad ha nacido de Dios.
    Miren cuánto amor nos ha tenido el Padre: pues no sólo nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos. Si el mundo no nos reconoce es porque tampoco ha reconocido a Dios.
    Hermanos míos, ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado cómo seremos al fin; y ya sabemos que, cuando Jesús se manifieste, vamos a ser semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
    Todo el que tiene puesta en él esta esperanza procura ser santo, como Jesucristo es santo.
    Todo el que comete pecado quebranta la ley, puesto que el pecado es quebrantamiento de la ley. Y si saben ustedes que Dios se manifestó para quitar los pecados, es porque en él no hay pecado. Todo el que permanece en Dios, no peca. Todo el que vive pecando es como si no hubiera visto ni conocido a Dios.

    ¡FELIZ NAVIDAD, Y PRÓSPERO AÑO 2024 EN EL CAMINO A LA SALVACIÓN, EN EL CAMINO A LA SANTIDAD!
    AMOR; PAZ; MISERICORDIA; FIDELIDAD, PERSEVERANCIA, CARIÑO, TERNURA, DELICADEZA, HOSPITALIDAD, AYUDA, EMPATÍA, CORREDENCIÓN, SAL, LUZ, EVANGELIO, ÁNIMO, ALEGRÍA; UNIDAD; FE; COM-PASIÓN; ORACIÓN; ADORACIÓN; COM-PARTIR.



    Segunda Lectura Nochebuena: La gracia de Dios se ha manifestado a todos los hombres
    Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Tito 2, 11-14
    Querido hermano: la gracia de Dios se ha manifestado para salvar a todos los hombres y nos ha enseñado a renunciar a la irreligiosidad y a los deseos mundanos, para que vivamos, ya desde ahora, de una manera sobria, justa y fiel a Dios, en espera de la gloriosa venida del gran Dios y salvador, Cristo Jesús, nuestra esperanza.
    Él se entregó por nosotros para redimirnos de todo pecado y purificarnos, a fin de convertirnos en pueblo suyo, fervorosamente entregado a practicar el bien.
    Palabra de Dios.
    R. Te alabamos, Señor.

    En el Cielo hay millardos de seres que te quieren y desean que tú llegado el tiempo estés con ellos. Allí donde la dicha es plena y eterna, la música es maravillosa.
    Mira el Cielo una noche estrellada y cuenta las estrellas.
    Nada te turbe, nada te espante, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza, solo Dios basta. Adora y confía.

    La labor del cristiano es recapitular en Cristo todas las cosas: encauzar, aunar para que todas las cosas tengan a Cristo por cabeza.
    Sin Cristo, no hay amor, ternura, cariño, caridad, justicia y misericordia, salvación, felicidad, vida.
    Fíate. Es Palabra y Verbo (Obra).
    Síguele, quiérele, identifícate con Él.
    Formamos parte de un mismo cuerpo, el de Cristo, del cual Él es la cabeza.
    El bien o el mal que hagas afecta a todos.
    Sirve, como Jesús: entregó su vida por amor, para vencer al pecado, a la muerte, para que tú, vivas, seas feliz: su amigo, hermano, hijo de Dios.
    El Señor resiste a los soberbios, Cristo es la única cabeza. Santifica el nombre de Dios.

    I Pe 1,15 Así como aquel que los llamó es santo, también ustedes sean santos en toda su conducta, 16 de acuerdo con lo que está escrito: Sean santos, porque yo soy santo.
    17 Y ya que ustedes llaman Padre a aquel que, sin hacer acepción de personas, juzga a cada uno según sus obras, vivan en el temor mientras están de paso en este mundo. 18 Ustedes saben que fueron rescatados de la vana conducta heredada de sus padres, no con bienes corruptibles, como el oro y la plata, 19 sino con la sangre preciosa de Cristo, el Cordero sin mancha y sin defecto, 20 predestinado antes de la creación del mundo y manifestado en los últimos tiempos para bien de ustedes. 21 Por él, ustedes creen en Dios, que lo ha resucitado y lo ha glorificado, de manera que la fe y la esperanza de ustedes estén puestas en Dios.

    San Cipriano: A continuación añadimos: Santificado sea tu nombre, no en el sentido de que Dios pueda ser santificado por nuestras oraciones, sino en el sentido de que pedimos a Dios que su nombre sea santificado en nosotros. Por lo demás, ¿por quién podría Dios ser santificado, si es él mismo quien santifica? Mas, como sea que él ha dicho: Sed santos, porque yo soy santo, por esto pedimos y rogamos que nosotros, que fuimos santificados en el bautismo, perseveremos en esta santificación inicial. Y esto lo pedimos cada día. Necesitamos, en efecto, de esta santificación cotidiana, ya que todos los días delinquimos, y por esto necesitamos ser purificados mediante esta continua y renovada santificación. .

    Madre Teresa: "Padre mío, ayúdame. Deseo ser santo, deseo ser bueno, deseo amar".
    Si aprendemos a amar, aprendemos a ser santos.
    Consiste en querer hacer la voluntad de Dios con alegría.
    "Deseo ser santo": despojarme de todo lo que no sea Dios. De cosas materiales, voluntad, caprichos, inconstancia. Esclavo generoso de la voluntad de Dios. Para poseer a Dios hay que quererlo. Necesario la humildad y la oración. Mansos y humildes de corazón. Silencio con Dios. Si la persona es humilde nada le perturbará. Aspirar a ser como el Padre celestial. Compartir los sufrimientos de la Pasión, de la gente. No vemos a Cristo, no podemos expresarle nuestro amor. Sí por medio del prójimo. Hambre de Dios, de amor, ¿lo vemos? Abrirnos a Dios para que nos utilice. Hechos en amor. Comenzar con la familia. Fértiles sarmientos de la vid. Lo que importa es la persona. Cada persona es única. ("Te he amado desde la eternidad" le dijo Jesús a Gabrielle Bossis)
    Si amamos a Cristo, debemos dar a Cristo. Amar, darnos.
    El mayor regalo de Dios, la santidad.
    Para una persona que ama la sumisión es más que un deber, es el secreto de la santidad.
    Creados a imagen de Dios para amar y ser amados.
    Llamados a ser santos.
    La voluntad de Dios es vuestra santificación (I Ts 4, 3).
    Renovarnos cada día. Humildad. Deseo de ser santo y servicio sagrado. Sin miedo. Cruz necesaria. Sufrimiento. Señal de que Jesús nos ha acercado a su Corazón para compartir sus sufrimientos con nosotros.
    Para ser felices con Dios en este momento, estar en el Cielo con Él.
    ¿Cómo? Amar como Él ama, ayudar, dar, servir, rescatar, estar con Él las 24 horas atendiéndolo, tocándolo en su disfraz de dolor.
    Ternura de Dios de su Amor. Preciados para Él, llamado por mi nombre, grabado en la palma de sus manos. Murió en la cruz por ese amor.
    Faltamos en el amor, compasión, perdón, amabilidad. No somos dignos. Descubramos qué parte de su Cuerpo está herido por nuestros pecados. Pongamos nuestras manos en las suyas. Él nos ama. Le pertenecemos con nuestras miserias, pecados, debilidades, bondades. Arraigarse en Cristo Jesús.
    Instruiremos en el ejemplo de vida en y con Jesucristo y en el testimonio de la verdad del Evangelio amando a Jesucristo y su Iglesia y proclamando la Palabra sin temor, franca y clara.
    Sostendremos a los tentados y caídos con la oración, la penitencia, el amor y las palabras iluminadoras y alentadoras.
    Amigos de los sin amigos, consuelo de enfermos y afligidos con amor, preocupándonos e identificándonos con su sufrimiento y aflicción, orando por la curación y el consuelo, animando a ofrecer sus sufrimientos por la salvación. Soportaremos agravios. No oponer resistencia. Amar enemigos. Orar por los perseguidores. Bendecir a quienes nos maldicen.
    Camino de la confianza amorosa: Confianza absoluta, incondicional e inquebrantable.
    Acudir sólo a Él por auxilio y protección.
    Dejar de dudar y descorazonarse, entregando nuestras preocupaciones y cuidados al Señor, y caminar con absoluta libertad.
    Osados y audaces ante obstáculos. Para Dios nada hay imposible. Total confianza, abandono como los niños. Convencidos de nuestra absoluta nada pero confiados hasta la temeridad, con valentía en su bondad paternal. Agradecimiento por su amor: gratitud, adoración y ser santos porque Él es santo. (Apuntes recogidos del libro Madre Teresa: "El amor más grande")

    Cristo fue fiel a la Palabra, de la que hizo obra: Camino, Verdad y Vida. Como Cristo, confíamos en las personas, en la buena gente que hay por el mundo. Somos mejor de lo que creemos porque llevamos la impronta del Creador. Sé fiel y obra en consecuencia, como Jesús. La Vida, principio y final.

    Vamos en el mismo barco. Cuando este presenta dificultades, se aunan esfuerzos para salvar en primer lugar a embarazadas, niños, ancianos y enfermos. Que sea así en el mundo. Tanto aborto clama al cielo. ¡Ayuden a la mujer embarazada!. ¡A la pareja que espera un niño!. Ríos de lágrimas y muerte de inocentes.
    ¿Cómo es posible que haya tantas facilidades para que una mujer mate a su bebé, para conducirla hacia el abismo, para socavar los cimientos de la familia, de la sociedad?
    La mujer embarazada es lo primero. Tú también estuviste en las entrañas de tu madre. Es vida.
    ¡Ayúdala, ayúdales!
    Matar a un inocente afecta a la humanidad. Es algo horroroso.

    Colosenses 3, 12-17..."como pueblo elegido de Dios, pueblo sacro y amado, sea vuestro uniforme: la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.
    Por encima de todo, procurad el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón: a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo. Y vivid siempre agradecidos. Que la palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias de todo corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados".

    Ef. 4, 29-32 "No salga de vuestra boca palabra desedificante, sino la que sirva para la necesaria edificación, comunicando la gracia a los oyentes. Y no provoquéis (entristezcáis) más al santo espíritu de Dios, con el cual fuisteis marcados para el día de la redención. Desterrad de entre vosotros todo exacerbamiento, animosidad, ira, pendencia, insulto y toda clase de maldad. Sed, por el contrario, bondadosos y compasivos unos con otros, y perdonaos mutuamente como también Dios os ha perdonado en Cristo".

    Mis mejores deseos para estas fiestas navideñas y para el año nuevo: que la Palabra de Dios se encarne en ti.
    Que sientas su TERNURA, el Amor de Dios en una persona, con mirada limpia, en paz, sin sufrir o ser tentado de concupiscencia. Mirada de cariño, amor, delicadeza, como una mirada que acaricia.
    No conspires, seas partícipe de pecado social, en grupo. La muerte del Señor fue consecuencia de una conspiración.
    El Señor se ha entregado por nosotros, nos ha dado su Cuerpo para que seamos parte de Él, y siguiendoLe con nuestra cruz, nos unamos en su sacrificio redentor por nosotros y por todo el mundo para el perdón de los pecados.

    Que seamos Uno para que el mundo crea, siempre al servicio de Dios y la dicha será colmada.
    Vivifica la Palabra y los Sacramentos para que estos vivan en ti. El Pan nuestro de la Palabra de Dios cada día, mejor en la santa Misa.
    Sentir a María en tu interior, es sentir a la Iglesia. Allí donde está un cristiano que intenta ser fiel, allí va María, la Iglesia, el Cuerpo de Cristo. Tu sitio, son todos los sitios, es el Cristo total. La misión encomendada de ir por todo el mundo predicando el Evangelio.
    Sé unción para tus hermanos. Espíritu Santo que se recibe y se comunica con la Palabra, con el amor.
    Procura la pureza y la castidad. Te fortalecerá frente al mal que nos rodea.
    Al mal, sólo con el bien se le vence.
    Defiende la Vida, es Jesús.
    Todo ser concebido tiene un designio, una misión que cumplir.
    Dios perdona siempre al que se arrepiente. No está continuamente acusando, limpia los pecados con el poder de Su Sangre, de su sacrificio.
    Y al final de tu vida, acepta la cruz y déjate lavar los pies. Es el momento culminante de tu vida, como fue la de Jesús en su pasión, crucifixión y muerte. No tires por la borda todo el camino recorrido, todas las cruces soportadas. Confía en Dios, Él es el que decide el momento. No prives a los que te rodean de hacerte un bien, de redimir, de salvar, de honrarte, de salir de su egoísmo y comodidad. Es el momento cumbre de tu vida, que sea para tu bien, y el de los que te rodean teniendo a Cristo por modelo, el que indica el Camino de la salvación, de la redención, del amor hasta el final.
    Sé fiel. Cumple con los 10 mandamientos. Garantizan tu amor a Dios y al prójimo. No son mandatos arbitrarios. Son para salvaguardar tu dignidad y la del prójimo, para garantizar tu libertad, y para honrar y dar el culto debido al Señor.
    Honra a tus mayores. No discrimines. Arrima el hombro. Que seamos uno para que el mundo crea.
    Comparte lo que tienes. Serás más feliz y justo.
    Santifica las fiestas con ello: honrarás a Dios, tendrás un día para estar con tu familia y defenderás al trabajador.

    Haz lo que hacia Jesucristo. Es la fe.

    SERÉIS COMO ÁNGELES EN EL CIELO... SÉ ÁNGEL EN LA TIERRA. TODO TRANSCURRE PARA BIEN, PARA LA SALVACIÓN QUE ES EL MAYOR BIEN. SEA ESE TU OBJETIVO DONÁNDOTE COMO JESÚS. SACRIFICÁNDOTE COMO EL SALVADOR.
    COGE TU CRUZ, Y SÍGUELE. SI TE CAES, VUELVE A LEVANTARTE. NO DEJES DE REZAR. NO DEJES DE ADORAR. VEN A LA IGLESIA, ACUDE A LA LLAMADA DE LOS SACRAMENTOS.
    DIOS CAMINA CON TODOS, PORQUE ANHELA LA SALVACIÓN DE TODO SER HUMANO. NO RECHACES A NADIE. ES LA ESPERANZA.
    “QUE LA PAZ DEL SEÑOR REINE EN VUESTROS CORAZONES”

    ¡FELIZ NAVIDAD!

    QUE EL SEÑOR TE BENDIGA, HAGA RESPLANDECER SU ROSTRO EN TI Y TE DÉ SU PAZ.
    GRACIAS A TOD@S
    ADORAD Y CONFIAD.

    I Juan 3,1Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!. El mundo no nos conoce porque no le conoció a ÉL.
    2Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a ÉL, porque le veremos tal cual es.
    3Todo el que tiene esta esperanza en ÉL se purifica a sí mismo, como él es puro.
    ....16En esto hemos conocido lo que es AMOR: en que ÉL dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar la vida por los hermanos.
    Adeste fideles leti triunfantes
    venite, venite in Bethelem.
    Natum videte regem angelorum.
    Venite adoremus, venite adoremus,
    venite adoremus dominum.

    En grege relicto humiles ad cunas
    vocati pastores approperant.
    Et nos ovanti gradu festinemus
    venite adoremus, venite adoremus
    venite adoremus in Bethelem.


    Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte.
Ni tampoco se enciende una lámpara y se pone debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. No nació en un palacio, y su familia no era rica y poderosa, sino sencilla y humilde, fiel y obediente. Se hizo uno de nosotros, asumiendo nuestra debilidad, dolor y sufrimiento.... y cargó con nuestros pecados. Él vino para salvarte, para liberarte del pecado,  para llevarte a su Reino. El Padre entregó a su Hijo para salvarte, tal es el AMOR por todos nosotros. Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

    Juan 1,1Al principio era el Verbo,
    y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios.
    2Él estaba al principio en Dios.
    3Todas las cosas fueron hechas por Él, y sin Él no se hizo nada de cuanto ha sido hecho.
    4En Él estaba la Vida, y la Vida era la Luz de los hombres.
    5La Luz luce en las tinieblas, pero las tinieblas no La acogieron.

    6Hubo un hombre enviado de Dios de nombre Juan.
    7Vino éste a dar testimonio de la Luz, para testificar de ella y que todos creyeran por él.
    8No era él la Luz, sino que vino a dar testimonio de la Luz.

    9Era la Luz verdadera que, viniendo a este mundo, ilumina a todo hombre.
    10Estaba en el mundo y por Él fue hecho el mundo, pero el mundo no Le conoció.
    11Vino a los suyos, pero los suyos no Le recibieron.
    12Mas a cuantos Le recibieron les dio poder de venir a ser Hijos de Dios, a aquellos que creen en su Nombre;
    13que no de la sangre, ni de la voluntad carnal, ni de la voluntad de varón, sino de Dios, son nacidos.
    14Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos visto su Gloria, Gloria como de Unigénito del Padre, lleno de Gracia y de Verdad.

    15Juan da testimonio de Él clamando:
    “Éste es de quien os dije:
    El que viene detrás de mí ha pasado delante de mí, porque era primero que yo”.

    16Pues de su plenitud recibimos todos Gracia sobre Gracia.
    17Porque la Ley fue dada por Moisés, la Gracia y la Verdad vino por Jesucristo.
    18A Dios nadie le vio jamás; Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, Ése Le ha dado a conocer.

    I Juan 1,5Dios es Luz, en él no hay tiniebla alguna.
    6Si decimos que estamos en comunión con él, y caminamos en tinieblas, mentimos y no obramos la verdad.
    7Pero si caminamos en la luz, como él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado.
    8Si decimos: «No tenemos pecado», nos engañamos y la verdad no está en nosotros.
    9Si reconocemos nuestros pecados, fiel y justo es él para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda injusticia.
    I Juan 2, 1os escribo esto para que no pequéis. Pero si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo.
    2El es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
    3En esto sabemos que le conocemos: en que guardamos sus mandamientos. quien guarda su Palabra, ciertamente en él el amor de Dios ha llegado a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él.
    ....5Quien dice que permanece en él, debe vivir como vivió él.
    ....17quien cumple la voluntad de Dios permanece para siempre.

    La Encarnación en una humilde virgen Inmaculada llamada María.
    Lucas1,26Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
    27a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
    28Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
    29Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo.
    30El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios;
    31vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.
    32El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;
    33reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.»
    34María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?»
    35El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios.
    36Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril,
    37porque ninguna cosa es imposible para Dios.»
    38Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel dejándola se fue.
    El justo y bondadoso José, de la tribu de David
    Mateo 1,20..... el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo.
    21Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.»
    22Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta:
    23Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que se traduce: «Dios con nosotros.»

    El Benedictus del sacerdote Zacarías, anciano padre de san Juan Bautista
    Zacarías, padre de Juan, quedó lleno de Espíritu Santo, y profetizó sobre Jesús diciendo:
    Lucas 1,68«Bendito el Señor Dios de Israel porque ha visitado y redimido a su pueblo.
    69y nos ha suscitado una fuerza salvadora en la casa de David, su siervo,
    70como había prometido desde tiempos antiguos, por boca de sus santos profetas,
    71que nos salvaría de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos odiaban
    72haciendo misericordia a nuestros padres y recordando su santa alianza
    73y el juramento que juró a Abraham nuestro padre, de concedernos
    74que, libres de manos enemigas, podamos servirle sin temor
    75en santidad y justicia delante de él todos nuestros días.
    76Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo, pues irás delante del Señor para preparar sus caminos
    77y dar a su pueblo conocimiento de salvación por el perdón de sus pecados,
    78por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, que harán que nos visite una Luz de la altura,
    79a fin de iluminar a los que habitan en tinieblas y sombras de muerte y guiar nuestros pasos por el camino de la paz.»

    Nacimiento del Salvador en sencillez y pobreza
    Lucas 2,4Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David,
    5para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta.
    6Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento,
    7y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.

    Las primeras visitas son de gente humilde, sencilla y pobre
    8Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño.
    9Se les presentó el Ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor.
    10El ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo:
    11os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor;
    12y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»
    13Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
    14«Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.»

    Ancianos fieles reconocen al Salvador y Redentor
    25Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo.
    26Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor.
    27Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él,
    28le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
    29«Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz;
    30porque han visto mis ojos tu salvación,
    31la que has preparado a la vista de todos los pueblos,
    32luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.»
    33Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él.
    34Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción -
    35¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.»
    36Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido,
    37y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones.
    38Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén

    Los magos, personas importantes y sabias le buscaron en el palacio de Jerusalén, pero el Rey de Reyes es AMOR y HUMILDAD y no estaba allí. Al localizarle guiados por la estrella se dieron cuenta de la SABIDURÍA de Dios, y se regocijaron y le ADORARON.
    Mateo 1Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén,
    2diciendo: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle.»
    3En oyéndolo, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén.
    4Convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, y por ellos se estuvo informando del lugar donde había de nacer el Cristo.
    5Ellos le dijeron: «En Belén de Judea, porque así está escrito por medio del profeta:
    6Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres, no, la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel.»
    7Entonces Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos precisó el tiempo de la aparición de la estrella.
    8Después, enviándolos a Belén, les dijo: «Id e indagad cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le encontréis, hacédmelo saber, para ir también yo a adorarlo.»
    9Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño.
    10Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría.
    11Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.

    Jesús nos dice que debemos nacer de nuevo para llegar al Reino. La llena de Gracia es tu Madre.
    El BUEN pastor da la vida por sus ovejas Juan 3,3Jesús le respondió: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de lo alto no puede ver el Reino de Dios.»
    4Dícele Nicodemo: «¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo? ¿Puede acaso entrar otra vez en el seno de su madre y nacer?»
    5Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios.
    6Lo nacido de la carne, es carne; lo nacido del Espíritu, es espíritu.
    7No te asombres de que te haya dicho: Tenéis que nacer de lo alto.
    8El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu.»
    .....
    14Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre,
    15para que todo el que crea tenga por él vida eterna.
    16 Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
    17Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
    18El que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios.
    19Y el juicio está en que vino la Luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la Luz, porque sus obras eran malas.
    20Pues todo el que obra el mal aborrece la Luz y no va a la Luz, para que no sean censuradas sus obras.
    21Pero el que obra la Verdad, va a la Luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.»
    Diálogo con la samaritana a la que Jesús le pidió de beber
    Juan 4,10Jesús: «Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: "Dame de beber", tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva.»
    11Le dice la mujer: «Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva?
    12¿Es que tú eres más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?»
    13Jesús le respondió: «Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed;
    14pero el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna.»
    .......
    23Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren.
    24Dios es espíritu, y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad.»

    Diálogo con los judíos
    Juan 6,35Les dijo Jesús: «Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed.
    36Pero ya os lo he dicho: Me habéis visto y no creéis.
    37Todo lo que me dé el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré fuera;
    38porque he bajado del cielo, no para hacer mi Voluntad, sino la Voluntad del que me ha enviado.
    39Y esta es la Voluntad del que me ha enviado; que no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite el último día.
    40Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último día.»
    41Los judíos murmuraban de él, porque había dicho: «Yo soy el pan que ha bajado del cielo.»
    42Y decían: «¿No es éste Jesús, hijo de José, cuyo padre y madre conocemos? ¿Cómo puede decir ahora: He bajado del cielo?»
    43Jesús les respondió: «No murmuréis entre vosotros.
    44«Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo le resucitaré el último día.
    45Está escrito en los profetas: Serán todos enseñados por Dios. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí.»
    .....
    Juan 7,:37  El último día de la fiesta, el más solemne, Jesús puesto en pie, gritó: «Si alguno tiene sed, venga a mí, y beba
    38el que crea en mí, como dice la Escritura: De su seno correrán ríos de agua viva.»
    39Esto lo decía refiriéndose al Espíritu que iban a recibir los que creyeran en él. Porque aún no había Espíritu, pues todavía Jesús no había sido glorificado.

    Juan 8,31Decía, pues, Jesús a los judíos que habían creído en él: «Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos,
    32y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.»
    ....
    34Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es un esclavo.
    35Y el esclavo no se queda en casa para siempre; mientras el hijo se queda para siempre.
    36Si, pues, el Hijo os da la libertad, seréis realmente libres.»

    Condiciones para llegar al Reino
    Mateo 16,24Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
    25Porque quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará.
    26Pues ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? o ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida?
    27Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta.»
    Glorifiquemos a la Santísima Trinidad con nuestra vida.

    Día 6 de Enero: LA EPIFANÍA
    he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño.
Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría.








    Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.






    Petición a los Reyes Magos:
    TERNURA: Sentir el AMOR de DIOS sobre una persona, con mirada limpia, en paz, sin sufrir o ser tentado de concupiscencia. Mirada de cariño, amor, delicadeza, como una mirada que acaricia, que dignifica.
    FIDELIDAD: Honra a Dios. La Palabra de Dios nos muestra la importancia de ser FIEL a Dios.
    CONTEMPLACIÓN: Escucha la Palabra, medítala, pide que se encarne en ti. Cree en Jesús.

    ADHESIÓN: Adherirte a Jesús. A su cruz. Por sus santas llagas hemos sido redimidos, curados, salvados. Coger la cruz y seguirle. Hacer lo que hacía Jesucristo. Obrar en consecuencia. Enamórate del Señor. Pídele esta Gracia.

    EMPATÍA: Con los sentimientos de Jesús ama a tu prójimo como a ti mismo. ¿De qué forma? "Como Yo os he amado", dice el Señor.
    Acoge a tu semejante, preocúpate por él, haz tuyos sus problemas, ayúdale.
    Recuerda que la piedra angular es Cristo, su anonadamiento, su pobreza, Dios que desciende y se hace servidor del hombre.
    Defender los justos derechos del pobre, del necesitado, garantiza los tuyos y de tu familia.

    LIBERTAD: El cumplimiento de la ley de Dios es garantía de libertad y amor frente a la arbitrariedad del soberbio que pretende desplazar a Dios para su beneficio, esclavizando al prójimo.
    Si contemplas cada uno de los mandamientos te darás cuenta de que son justos. Garantizan el Amor.
    La autoridad busca lo mejor para la persona, su dignidad, su bien. Se somete a la ley natural.
    El autoritarismo intenta desplazar esa autoridad para conseguir el culto a sí mismo, la servidumbre de la persona. Atenta contra la Ley de Dios para intentar esclavizar al ser humano. Es contrario al amor, a la libertad, a la dignidad.
    El camino a seguir se propone, se sugiere, se razona, pero no se puede obligar a seguir. ¿A quién iremos si solo Tú tienes palabras de vida eterna?, le dice Pedro, cuando tantos otros le abandonan. RESPETO. Que donde estés tu, pueda estar un anciano y un niño. Manso y Humilde de Corazón. Pacífico.

    GRACIA: necesaria para que todo esto se produzca y armonice. Es el Amor, su comunicación, la canalización, el que seamos uno. La encarnación de la Palabra en ti. Que el "gracejo de María" sea en ti. Es la Madre, es la Hija, es la Esposa, es el Cuerpo de Cristo. Es la Iglesia.

    Para la familia española: Comida, vestido, techo, sistema sanitario y educativo universal y gratuito, trabajo, respeto a la vida desde su concepción hasta el momento culminante de la muerte, ayuda a todo necesitado y AMOR con mayúsculas. Para ello unidad. Respeto a la diversidad que enriquece y suma en la unidad, en el amor. La historia nos une. Honra a los que hicieron esa historia que nos permite ser reconocidos y queridos en todo el mundo. Porque hay algo que nos caracteriza. Hemos sido transmisores de una fe que es Camino, Verdad y Vida. Que salva. Que es familia. Que es Amor.
    En definitiva es Amor a Dios y al prójimo.

    Señor, danos entrañas de misericordia ante toda miseria humana,
    inspíranos el gesto y la palabra oportuna frente al hermano solo y desamparado,
    ayúdanos a mostrarnos disponibles ante quien se siente explotado y deprimido
    ....para que todos encuentren un motivo para seguir esperando

    El Señor te bendiga y te guarde,
    que haga resplandecer su Faz sobre ti y te otorgue su Gracia;
    que vuelva a ti su rostro y te dé la Paz.



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