23 de enero

San Ildefonso

Obispo

Nacido en el 607, durante el reinado de Witerico en Toledo,de estirpe germánica, era miembro de una de las distintas familias regias visigodas, fue sobrino del obispo de Toledo San Eugenio III, quien comenzó su educación. Estando ya en el monasterio, funda un convento de religiosas dotándolo con los bienes que hereda, y en fecha desconocida (650?), es elegido abad. Muerto el obispo Eugenio III es elegido obispo de Toledo el año 657.
La noche del 18 de diciembre del 665 San Ildefonso junto con sus clérigos y algunos otros, fueron a la iglesia, para cantar himnos en honor a la Virgen María. Encontraron la capilla brillando con una luz tan deslumbrante, que sintieron temor. Todos huyeron excepto Ildefonso y sus dos diáconos. Estos entraron y se acercaron al altar. Ante ellos se encontraba la Virgen María, sentada en la silla del obispo, rodeada por una compañía de vírgenes entonando cantos celestiales. María al ir hizo una seña con la cabeza para que se acercara. Habiendo obedecido, ella fijó sus ojos sobre él y dijo: "Tu eres mi capellán y fiel notario. Recibe esta casulla la cual mi Hijo te envía de su tesorería." Habiendo dicho esto, la Virgen misma lo invistió, dándole las instrucciones de usarla solamente en los días festivos designados en su honor. Esta aparición y la casulla fueron pruebas tan claras, que el concilio de Toledo ordenó un día de fiesta especial para perpetuar su memoria. Los árabes, durante la dominación musulmana, al convertirse la Basílica cristiana en Mezquita respetaron escrupulosamente este lugar y la piedra allí situada por tratarse de un espacio sagrado relacionado con la Virgen María a quien se venera en el Corán*.
*texto procedente de
http://santaclaradeestella.es/

Desarrolló una gran labor catequética defendiendo la virginidad de María y exponiendo la verdadera doctrina sobre el bautismo. Murió el 23 de enero del año 667. Su cuerpo fue trasladado a Zamora. La casulla llegó a Oviedo con distintas reliquias, destaca el santo sudario que envolvió la cabeza del Señor.


Texto procedente de www.mercaba.org\TESORO\san_ildefonso_de_toledo.htm
Contemporáneo de San Isidoro de Sevilla, San Ildefonso nació en Toledo hacia el año 607. Recibió una brillante formación en las disciplinas de su época y, siendo aún joven, ingresó en un monasterio del que más tarde llegaría a ser abad. En el año 657 fue elegido obispo de Toledo, cargo que desempeñó hasta su muerte, ocurrida en el 667.
Se han conservado pocos escritos de San Ildefonso. Muy enraizado en la tradición patrística, su principal esfuerzo estuvo encaminado a dar al pueblo en forma asequible la doctrina de los antiguos. Vigoroso defensor de los privilegios de la Madre de Dios, su obra más conocida lleva por título Libro sobre la virginidad perpetua de Santa María contra tres infieles. Consta de una oración inicial y doce capítulos escritos en un estilo vivo y cuidado, lleno de entusiasmo y amor a Nuestra Señora. Concluye el libro una plegaria que a continuación se reproduce parcialmente, en la que San Ildefonso muestra cómo el culto a la Madre de Dios no quita a Cristo ninguna gloria, sino que, por el contrario, le honra y le agrada mucho.
LOARTE
* * * * *
SAN ILDEFONSO DE TOLEDO murió hacia el 667. De familia noble, había sido discípulo de San Isidoro; se hizo luego monje en el monasterio toledano de Agalí, de donde fue elegido abad; fue obispo de Toledo desde fines del 657. De los muchos libros que sabemos que escribió, se conservan: el principal de ellos, Sobre la virginidad de María contra tres infieles; otro Sobre el bautismo, continuado en El progreso espiritual por el desierto; y dos cartas dirigidas al obispo de Barcelona. Continuó, con el mismo nombre e intención, la obra de Isidoro Sobre los varones ilustres, en la que 13 de los 14 autores descritos son de Hispania. Se le atribuyen algunos himnos y los formularios de algunas misas.

Honrar a María

(Libro de la perpetua virginidad de Santa María, Xll)
M/HONRARLA/ILDEFONSO
En mi pobreza y miseria, yo desearía llegar a ser, para mi reparación el servidor de la Madre de mi Señor. Apartado de la comunión con los ángeles por la caída de nuestro primer padre, desearía ser siervo de la que es Esclava y Madre de mi Creador. Como un instrumento dócil en las manos del Dios excelso, así desearía yo estar sujeto a la Virgen Madre, íntegramente dedicado a su servicio. Concédemelo, Jesús, Dios e Hijo del hombre; dámelo, Señor de todas las cosas e Hijo de tu Esclava; otórgame esta gracia, Dios humillado en el hombre; permíteme a mí, hombre elevado hasta Dios, creer en el alumbramiento de la Virgen y estar lleno de fe en tu encarnación; y al hablar de la maternidad virginal, tener la palabra embebida de tu alabanza; y al amar a tu Madre, estar lleno de tu mismo amor.
Haz que yo sirva a tu Madre de modo que Tú me reconozcas por tu servidor; que Ella sea mi Soberana en la tierra de manera que Tú seas mi Señor por la eternidad. Ved con qué impaciencia anhelo ser vasallo de esta Reina, con qué fidelidad me entrego al gozo de su servidumbre, cómo deseo hacerme plenamente esclavo de su voluntad, con qué ardor quiero no sustraerme jamás a su imperio, cuánto ambiciono no ser nunca arrancado de su servicio... Haz que me admita entre sus súbditos y que, sirviéndola, merezca sus favores, viva siempre bajo su mandato y la ame por toda la eternidad.
Los que aman a Dios conocen mi deseo; los que le son fieles, lo ven; los que se unen al Señor, lo comprenden, y lo conocen aquellos a los que Dios conoce. Escuchad los que sois discípulos suyos; prestad atención los infieles; sabedlo vosotros, los que no pensáis más que en la desunión; comprended, sabios de este mundo que hace insensatos a los ojos de la sabiduría divina, lo que os hace sabios a los ojos de vuestra necedad (...). Vosotros, que no aceptáis que María sea siempre Virgen; que no queréis reconocer a mi Creador por Hijo suyo, y a Ella por Madre de mi Creador; que rehusáis creer que sólo Ella tenga por Hijo al Señor de las criaturas; que no glorificáis a este Dios como Hijo suyo; que no proclamáis bienaventurada a la que el Espíritu Santo ha mandado llamar así por todas las naciones; que oscurecéis su gloria negándole la incorruptibilidad de la carne; que no rendís honor a la Madre del Señor con la excusa de honrar a Dios su Hijo; que no glorificáis como Dios al que habéis visto hacerse hombre y nacer de Ella; que confundís las dos naturalezas de su Hijo y rompéis la unidad de su Persona; que negáis la divinidad de su Hijo; que rehusáis creer en la verdadera carne y en la Pasión verdadera de su Hijo; que no creéis que ha sufrido la muerte como hombre y que ha resucitado de los muertos como Dios (...).
Mi mayor deseo es servir a este Hijo y tener a la Madre por Soberana. Para estar bajo el imperio del Hijo, yo quiero servirla; para ser admitido al servicio de Dios, anhelo que la Madre reine sobre mí como testimonio; para ser el servidor devoto de su propio Hijo, aspiro a llegar a ser el servidor de la Madre. Pues servir a la Sierva es también servir al Señor; lo que se da a la Madre se refleja sobre el Hijo, yendo desde la Madre a Aquél que Ella ha alimentado. El honor que el servidor rinde a la Reina viene a recaer sobre el Rey.
Bendiciendo con los ángeles, cantando mi alegría junto con las voces celestiales, exultando de gozo con los coros angélicos, regocijándome con sus aclamaciones, yo bendigo a mi Soberana, canto mi alegría a la que es Madre de mi Señor y Sierva de su Hijo. Yo me alegro con la que ha llegado a ser Madre de mi Creador; con Aquélla en la que el Verbo se ha hecho carne. Porque con Ella yo he creído lo que sabe Ella misma conmigo, porque he conocido que Ella es la Virgen Madre, la Virgen que dio a luz porque sé que la concepción no le hizo perder su virginidad, y que una inmutable virginidad precedió a su alumbramiento, y que su Hijo le ha conservado perpetuamente la gloria de la virginidad. Todo esto me llena de amor, porque sé que todo ha sido realizado por mí. No olvido que, gracias a la Virgen, la naturaleza de mi Dios se ha unido a mi naturaleza humana para que la naturaleza humana sea asumida por mi Dios; que no hay más que un solo Cristo, Verbo y carne, Dios y hombre, Creador y criatura.

Texto procedente de
www.corazones.org\santos\ildefonso.htm
Milagro del encuentro con la Virgen
Una noche de diciembre, él, junto con sus clérigos y algunos otros, fueron a la iglesia, para cantar himnos en honor a la Virgen María. Encontraron la capilla brillando con una luz tan deslumbrante, que sintieron temor. Todos huyeron excepto Alfonso y sus dos diáconos. Estos entraron y se acercaron al altar. Ante ellos se encontraba la María, La Inmaculada Concepción, sentada en la silla del obispo, rodeada por una compañía de vírgenes entonando cantos celestiales. María hízole seña con la cabeza para que se acercara. Habiendo obedecido, ella fijó sus ojos sobre él y dijo: "Tu eres mi capellán y fiel notario. Recibe esta casulla la cual mi Hijo te envía de su tesorería." Habiendo dicho esto, la Virgen misma lo invistió, dándole las instrucciones de usarla solamente en los días festivos designados en su honor.
Esta aparición y la casulla, fueron pruebas tan claras, que el concilio de Toledo ordenó un día de fiesta especial para perpetuar su memoria. El evento aparece documentado en el Acta Sanctorum como El Descendimiento de la Santísima Virgen y de su Aparición.
En la catedral los peregrinos pueden aun observar la piedra en que la Virgen Santísima puso sus pies cuando se le apareció a San Ildefonso.



Texto procedente de
https://www.leyendasdetoledo.com/la-casulla-de-san-ildefonso/
“Se juntaron los obispos y Canónigos que tenía las llaves y después de haber abierto la primer arca que es grande, hallaron otra menor y otra y otras menores hasta que dieron con un cofrecito muy pequeño, como de un palmo muy largo el cual tenía un rótulo que decía: LA CASULLA QUE NUESTRA SEÑORA DIO A SAN ILDEFONSO. Mucho les espantó, por parecerles casi imposible que allí cupiese una casulla. Abrieron el cofrecillo con muy gran dificultad, tanto que casi estuvieron desahuciados de poderlo abrir y dentro hallaron un cendal de color de cielo en forma de un capuz portugués, tan grande que pudiera cubrir al hombre más alto que hay en España, sin textura ni costura como una tela de cebolla, tan delicado y sutil que con solo el aliento que respiraban se hinchaba como una vela cuando le da recio el viento. Y volviéndola a doblar como estaba, la recogieron en su cofrecito, juramentándose todos que no habían de decir nada a nadie, si no era habiendo salido veinte leguas de Oviedo, y así lo cumplieron”.




Oficio de Lectura para la memoria de san Ildefonso, el 23 de Enero.

En el bautismo, Cristo es quien bautiza
Del libro de san Ildefonso, obispo, sobre el conocimiento del bautismo

Vino el Señor para ser bautizado por el siervo. Por humildad, el siervo lo apartaba, diciendo: Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí? Pero, por justicia, el Señor se lo ordenó, respondiendo: Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere.
Después de esto, declinó el bautismo de Juan, que era bautismo de penitencia y sombra de la verdad, y empezó el bautismo de Cristo, que es la verdad, en el cual se obtiene la remisión de los pecados, aun cuando no bautizase Cristo, sino sus discípulos. En este caso, bautiza Cristo, pero no bautiza. Y las dos cosas son verdaderas bautiza Cristo, porque es él quien purifica, pero no bautiza, porque no es él quien baña. Sus discípulos, en aquel tiempo, ponían las acciones corporales de su ministerio, como hacen también ahora los ministros, pero Cristo ponía el auxilio de su majestad divina. Nunca deja de bautizar el que no cesa de purificar; y, así, hasta el fin de los siglos, Cristo es el que bautiza, porque es siempre él quien purifica.
Por tanto, que el hombre se acerque con fe al humilde ministro, ya que éste está respaldado por tan gran maestro. El maestro es Cristo. Y la eficacia de este sacramento reside no en las acciones del ministro, sino en el poder del maestro, que es Cristo.

Responsorio
R/. Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo fuimos incorporados a su muerte.

V/. Su morir fue un morir al pecado, su vivir es un vivir para Dios.

R/. Fuimos incorporados a su muerte.

Oración
Oremos:
Dios todopoderoso, que hiciste a san Ildefonso insigne defensor de la virginidad de María, concede a los que creemos en este privilegio de la Madre de tu Hijo sentirnos amparados por su poderosa y materna intercesión.
—Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

Conclusión
V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.




Imagen procedente de internet, adaptada en tamaño y resolución para esta página. Es la "Imposición de la casulla a san Ildefonso" de Murillo. Fecha 1655/60.
Texto procedente de www.corazones.org\santos\ildefonso.htm
Milagro del encuentro con la Virgen
Una noche de diciembre, él (Ildefonso), junto con sus clérigos y algunos otros, fueron a la iglesia, para cantar himnos en honor a la Virgen María. Encontraron la capilla brillando con una luz tan deslumbrante, que sintieron temor. Todos huyeron excepto Ildefonso y sus dos diáconos. Estos entraron y se acercaron al altar. Ante ellos se encontraba María, La Inmaculada Concepción, sentada en la silla del obispo, rodeada por una compañía de vírgenes entonando cantos celestiales. María hízole seña con la cabeza para que se acercara. Habiendo obedecido, ella fijó sus ojos sobre él y dijo: "Tu eres mi capellán y fiel notario. Recibe esta casulla la cual mi Hijo te envía de su tesorería." Habiendo dicho esto, la Virgen misma lo invistió, dándole las instrucciones de usarla solamente en los días festivos designados en su honor.
Esta aparición y la casulla, fueron pruebas tan claras, que el concilio de Toledo ordenó un día de fiesta especial para perpetuar su memoria. El evento aparece documentado en el Acta Sanctorum como El Descendimiento de la Santísima Virgen y de su Aparición.
En la catedral los peregrinos pueden aun observar la piedra en que la Virgen Santísima puso sus pies cuando se le apareció a San Ildefonso.

Texto procedente de la web https://www.artehistoria.com/es/obra/san-ildefonso
"San Ildefonso escribió un libro en el que defendía la virginidad de María, por lo que la madre de Dios le recompensó con el regalo de una casulla ricamente decorada que habría de usar en sus fiestas. Murillo nos presenta el momento en el que María hace entrega de la casulla al santo, acompañado de una corte de ángeles y querubines en diferentes posturas, recurso muy empleado por los pintores para demostrar que saben situar a las figuras en el espacio pictórico. Junto a San Ildefonso aparece una señora mayor con una vela en la mano que posiblemente indicaría la devoción popular a la Virgen"
(Nota: el dogma de la Inmaculada Concepción fue decretado por la Iglesia católica en 1854; muchos años antes el pueblo ya consideraba este dogma de la concepción inmaculada (libre de pecado) de nuestra Madre celestial, así como el de la virginidad perpetua.
Que nuestra Madre te otorgue la vestimenta celestial de la tesorería de su Hijo, por servir de forma fiel, digna y honrada. Con amor vocacional.

Oficio de lectura del 3 de enero (santísimo nombre de Jesús JHS), 1ª lectura de Navidad para los años impares.
De la carta a los Colosenses 3, 5-16
 LA VIDA NUEVA EN EL HOMBRE

Hermanos: Mortificad las pasiones de vuestro hombre terrenal: la fornicación, la impureza, la concupiscencia, los malos deseos y la avaricia, que es una idolatría. Por ellas se desata la cólera de Dios.
En todo eso anduvisteis también vosotros, cuando vivíais entregados a ellas. Pero ahora dejad también vosotros a un lado todo eso: la ira, la indignación, la malignidad, la maledicencia y el torpe lenguaje. No os engañéis unos a otros.
Despojaos del hombre viejo con sus malas pasiones y revestíos del hombre nuevo, que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento pleno de Dios y se va configurando con la imagen del que lo creó. Así, ya no hay griego ni judío, ni circunciso ni incircunciso, ni bárbaro ni escita, ni esclavo ni libre. Sólo Cristo todo y en todos.
Por lo tanto, como pueblo elegido de Dios, pueblo sacro y amado, sea vuestro uniforme:
la misericordia entrañable,
la bondad,
la humildad,
la dulzura,
la comprensión.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro.
El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.
Por encima de todo, procurad el amor,
que es el ceñidor de la unidad consumada.
Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón:
a ella habéis sido convocados,
en un solo cuerpo.
Y vivid siempre agradecidos.
Que la palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza;
enseñaos unos a otros con toda sabiduría;
exhortaos mutuamente.
Cantad a Dios,
dadle gracias de todo corazón,
con salmos, himnos y cánticos inspirados.
  Responsorio Cf. Ga 3, 27-28
R. Todos los que hemos sido bautizados en Cristo nos hemos revestido de Cristo: * todos somos uno en Cristo Jesús, Señor nuestro.
V. Ya no hay distinción entre judío y gentil, ni entre libre y esclavo, ni entre hombre y mujer.
R. Todos somos uno en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Esta imagen procede de internet. Redimensionada para adaptarla a la página. Su autor es SÁNCHEZ COTÁN, JUAN, de hacia 1600. Se puede ver en el Museo del Prado. Respecto a la anciana, en texto de este museo dice: "la anciana que sostiene la candela encendida que obtuvo mientras tuvo la fortuna de asistir al milagro y guardó después para la hora de su muerte".

Si quieres conocer más sobre san Ildefonso y su misteriosa casulla, aquí tienes unos enlaces que te interesarán:

https://www.mercaba.org/SANTORAL/Vida/01/01-23_ILDEFONSO.htm#SAN ILDEFONSO

https://www.mercaba.org/TESORO/san_ildefonso_de_toledo.htm

www.corazones.org\santos\ildefonso.htm

"https://leodegundia.blogspot.com/2005/10/el-misterio-de-la-casulla.html?m=1"

Lo importante es que la casulla celestial de tu servicio o trabajo, la recibas tú por querer ser imagen de Cristo. Unos por otros, Dios con todos. Somos un solo Cuerpo en Cristo. De María. La Cabeza, Cristo.






http://carlosfernandezllaneza.blogspot.com/2018/01/la-casulla-de-san-ildefonso.html
La imagen de la imposición de la casulla de la Catedral de Oviedo procede de http://carlosfernandezllaneza.blogspot.com/2018/01/la-casulla-de-san-ildefonso.html

Revístete de Cristo para ser investido de Cristo por nuestra santa Madre.
Cristo: camino, verdad y vida.

No te quedes en el relato, sé verbo, que se haga la Palabra en ti. Sé vida. La Palabra es Vida, es para ser vida: ayer, hoy y siempre.


Cristo se hizo hombre, para que el hombre se hiciera Cristo y pudiese reunirse con Él en el Cielo.
En otras palabras, que la persona se revista de Cristo para poder llegar al Cielo tras esta vida mortal.
Y la primera que hizo esto, fue nuestra santa Madre, la Virgen María.
En la iglesia de san Cosme y san Damián en Burgos, en el retablo del Altar, aparece la Anunciación.
Al verla de lejos, pensé que el ángel estaba revistiendo a María.
Contemplando la escena interiormente me di cuenta de que esto es lo que ocurrió, esto es lo que debería ocurrir en cada uno de nosotros.
En la iglesia tienen también un cuadro de la imagen de nuestra señora de Altagracia que parecía ratificar esta impresión. (Su nombre: "de la Altagracia" nos recuerda que por ella recibimos la mayor gracia que es tener a Jesucristo Nuestro Señor. Ella, como Madre, continúa su misión de mediadora unida inseparablemente a su Hijo. Texto procedente de corazones traspasados)*. Al lado, una capillita con nuestra Señora de Fátima y cuadro con el santo rostro de Jesús.
¿Saben dónde fue a parar la casulla de san Ildefonso?, a Oviedo, aunque ya no se sabe donde está. Donde sí está es el santo Sudario* que cubrió el rostro de nuestro Señor.
La Cabeza, Cristo; el Cuerpo místico de Cristo, la Iglesia, María, revestida de Cristo (casulla) para ser investida por Cristo hacia el Cielo.
Sin embargo, días después me acerqué al retablo y no es que el ángel ponga a la Virgen un manto, sino que lo que hace es descubrir como una cortina en la que estaba María rezando, abrió la habitación o la tienda en la que oraba.
Obsérvese que casulla significa tienda.
Por lo que aún más, a pesar de la confusión en lo que mis ojos habían visto, me reafirman en mi primera impresión.
Lo esencial es invisible a los ojos, se ve con los ojos del corazón como diría el Principito... Del corazón del Señor.
El cual, se revistió de ser humano, para que el ser humano se revista de Cristo y siga el Camino, la Verdad y la Vida que es Él para su salvación, felicidad.
Por sus santas llagas humanas hemos sido salvados, son fuente de misericordia, que nos conducen al Cielo.
Jesús asume nuestra humanidad con su anonadamiento, venciendo al mal, a la muerte, para que nosotros podamos asumir su divinidad, una vida feliz y eterna.
Por tanto la Palabra se ha encarnado por medio del Espíritu Santo en la Virgen María, y quiere encarnarse también en cada uno de nosotros. Para ello, debemos seguir el ejemplo de María: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu Palabra".

¿Has tenido la impresión de ser revestido de una vestidura blanca o de otro color? ¿Te has sentido habitado por el Señor, nuestra Madre celestial, el Espíritu Santo o por algún santo? ¿Has tenido gozo?
Sé fiel y verás, o sentirás.



...Jesús, con un grito, exclamó: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu». Y diciendo esto, expiró.  
Cuando el centurión vio lo que había pasado, alabó a Dios, exclamando: «Realmente este hombre era un justo». Lc 23,46-47 El Señor no escatimó, no se ahorró ningún sufrimiento. Se puso en manos de Dios Padre. Sabía que debía pasar por el dolor, el martirio y la muerte, consecuencia del pecado del mundo: para hacer justicia, vencer al mal, al pecado y la muerte, y así abrir el camino al Cielo a todo ser que crea en Él: Camino, Verdad y Vida.
Este es el camino a seguir, confiar en el Señor, poner nuestra vida en sus manos. Él es el dueño de la vida, el autor de la Vida (Hch 3,15). Él que cree en Él no morirá para siempre. Solo Él puede devolvernos la vida. Él es la Vida.
Respeta la libertad del hombre para que pueda elegir entre la vida (el bien) o la muerte (el mal). No ha venido a destruir el mal, el pecado sino a salvarnos de él, a redimirnos. A que podamos retomar el camino perdido mediante el arrepentimiento y el perdón. Las consecuencias del pecado (dolor, sufrimiento, muerte) pueden ser utilizadas como un medio de reparación, de hacer justicia, de oblación, de amor por los demás, de transformar mal en bien. Valerse del mal soportado, para hacer un bien, darle sentido.
Jn 11,25 Jesús le dijo: «Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; 26 y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás.
Gracias Señor porque cuando me caigo tengo a alguien que me ayude a levantarme, mientras que Tú, cuando camino del Calvario te caías, eras levantado a golpes.
Y.... al final de la vida, o estés enfermo o impedido, cuando no puedas con tu cuerpo y pienses que estás sólo, que eres una carga y/o una molestia... ¡Déjate lavar los pies!
Más tarde o más temprano, será el mismo Jesús el que quiera lavarte los pies, o quizás lo esté haciendo y no te des cuenta. Que no te pueda decir: "Si no lo haces, no tendrás parte conmigo".
¡Es tan preciosa tu vida!
Ten parte con Él como Él la tuvo y la tiene con nosotros.
¡Déjate lavar los pies!
Te lo ruego ¡Déjate lavar los pies!
Con ello puedes estar salvando a tus hijos, a tus familiares, a tus seres queridos. Les estás permitiendo devolverte parte de todo el bien que les hiciste.
Cristo tiene sed de ti.
¡Gracias!

Santa Liduvina, patrona de los enfermos crónicos, valioso testimonio:

http://www.mercaba.org/SANTORAL/Vida/04/04-14_S_liduvina_enferma.htm

Las Bienaventuranzas del anciano

Dichosos los que me miran con simpatía.
Dichosos los que comprenden mi lento caminar.
Dichosos los que hablan en voz alta para minimizar mi sordera.
Dichosos los que estrechan con calor mis manos temblorosas.
Dichosos los que se interesan por mi lejana juventud.
Dichosos los que no se cansan de escuchar las historias que con frecuencia repito.
Dichosos los que comprenden mi falta de cariño.
Dichosos los que me regalan parte de su tiempo.
Dichosos los que se acuerdan de mi soledad.
Dichosos los que me acompañan en el sufrimiento.
Dichosos los que alegran los últimos días de mi vida.
Dichosos los que me acompañen en el momento del paso.
Cuando entre en la vida sin fin, me acordaré de ellos ante el Señor.
Gracias Señor porque cuando me caigo tengo a alguien que me ayude a levantarme, mientras que Tú, cuando camino del Calvario te caías, eras levantado a golpes.


Jn 21, 20 Pedro, volviéndose, vio que lo seguía el discípulo al que Jesús amaba, el mismo que durante la Cena se había reclinado sobre Jesús y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?».
21 Cuando Pedro lo vio, preguntó a Jesús:
«Señor, ¿y qué será de este?».
22 Jesús le respondió:
«Si yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa? Tú sígueme».
23 Entonces se divulgó entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría, pero Jesús no había dicho a Pedro: «Él no morirá», sino: «Si yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa?».
SÉ SACRIFICIO Y SACERDOTE PARA DIOS*


Prefacio: Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote

V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Que constituiste a tu único Hijo Pontífice de la Alianza nueva y eterna por la unción del Espíritu Santo, y determinaste, en tu designio salvífico, perpetuar en la Iglesia su único sacerdocio.
Él no sólo ha conferido el honor del sacerdocio real a todo su pueblo santo, sino también, con amor de hermano, elige a los hombres de este pueblo para que, por la imposición de las manos, participen de su sagrada misión.
Ellos renuevan en nombre de Cristo el sacrificio de la redención, preparan a tus hijos el banquete pascual, presiden a tu pueblo santo en el amor, lo alimentan con tu palabra y lo fortalecen con tus sacramentos.
Tus sacerdotes, Señor, al entregar su vida por ti y por la salvación de los hermanos, van configurándose a Cristo, y han de darle así testimonio constante de fidelidad y amor.
Por eso, nosotros, Señor, con los ángeles y los santos, cantamos tu gloria diciendo.
Santo, santo, santo…


DOMINGO XII
Tiempo Ordinario

PRIMERA LECTURA
Año II:

Del libro del profeta Zacarías     3, 1-4, 14
PROMESAS AL PRÍNCIPE ZOROBABEL Y AL SUMO SACERDOTE JOSUÉ
El Señor me hizo ver al sumo sacerdote Josué, de pie ante el ángel del Señor. A la derecha estaba Satán, para acusarlo. El ángel del Señor dijo a Satán:
«Que el Señor te reprima, Satán, que el Señor te reprima, el Señor que ha elegido a Jerusalén. ¿No es éste un tizón sacado del fuego?»
Josué estaba vestido con un traje sucio, en pie delante del ángel; éste dijo a los que estaban ante él: «Quitadle los vestidos sucios.»
Y a él le dijo:
«Mira, aparto de ti tu pecado y te visto de fiesta.» Después dijo:
«Colocadle en la cabeza una tiara limpia.»
Le colocaron en la cabeza la tiara limpia y le vistieron el traje en presencia del ángel del Señor. Entonces el ángel del Señor dio a Josué la siguiente instrucción:
«Así dice el Señor de los ejércitos: Si andas por mi camino y observas mis mandamientos, también tú administrarás mi templo y guardarás mis atrios y te permitiré acercarte a éstos que están en pie. Escucha, pues, Josué, sumo sacerdote, tú y los compañeros que se sientan en tu presencia (pues sois figuras proféticas): He aquí que yo voy a suscitar a mi siervo "Germen". Ved la piedra que he puesto ante Josué: en esta única piedra hay siete ojos; yo mismo grabaré su inscripción y borraré la iniquidad de esta tierra en un solo día. En aquel día -oráculo del Señor de los ejércitos- os invitaréis unos a otros a la sombra de la parra y de la higuera.»
El ángel que hablaba conmigo me despertó entonces, como se despierta a quien duerme, y me dijo:
«¿Qué ves?»
Contesté:
«Veo un candelabro de oro macizo, con su aceitera en la punta, y siete lámparas en él y siete tubos que enlazan a las lámparas con la punta. Dos olivos se yerguen junto a él, a derecha e izquierda.»
Pregunté al ángel que hablaba conmigo:
«¿Qué significa esto?»
Y me respondió el ángel que hablaba conmigo:
«Pero ¿no sabes lo que significa?»
Yo dije:
«No, señor.»
Y él me contestó:
«Esas siete lámparas representan los ojos del Señor que vigilan toda la tierra.»
Yo le pregunté:
«¿Y qué representan los dos olivos, a derecha e izquierda del candelabro?»
E insistí:
«¿Qué significan las dos ramas de olivo que por los dos tubos de oro vierten de sí aceite dorado?»
Él me contestó:
«Pero ¿no lo sabes?»
Respondí:
«No, señor.»
Y él me explicó:
«Son los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra.»
Así habla el Señor a Zorobabel:
«No por la fuerza ni con ejércitos, sino por mi espíritu -dice el Señor de los ejércitos-. ¿Quién eres tú, gran montaña? Ante Zorobabel serás allanada. Él extraerá la piedra de remate entre gritos de júbilo: "¡Qué hermosa es! ¡Qué hermosa es!"»
Después me fue dirigida la palabra del Señor en estos términos:
«Las manos de Zorobabel pusieron los cimientos del templo; sus manos lo terminarán y así comprenderéis que el Señor me ha enviado a vosotros. El que despreciaba el humilde comienzo se alegrará cuando vea la piedra de remate en manos de Zorobabel.»

Responsorio     Ap 11, 4. cf. 3
R. Éstos son los dos olivos y los dos candelabros, * los que están en la presencia del Señor de la tierra.

V. Dará el Señor la orden a sus dos testigos de que hablen en su nombre.

R. Los que están en la presencia del Señor de la tierra.


SEGUNDA LECTURA

Del Tratado de Faustino Luciferano, presbítero, sobre la Trinidad.
(Núms. 39-40: CCL 69, 340-341)
CRISTO ES REY Y SACERDOTE ETERNO
Nuestro Salvador fue verdaderamente ungido, en su condición humana, ya que fue verdadero rey y verdadero sacerdote, las dos cosas a la vez, tal y como convenía a su excelsa condición. El salmo nos atestigua su condición de rey, cuando dice: Yo mismo he establecido a mi Rey en Sión, mi monte santo. Y el mismo Padre atestigua su condición de sacerdote, cuando dice: Tú eres sacerdote eterno según el rito de Melquisedec. Aarón fue el primero en la ley antigua que fue constituido sacerdote por la unción del crisma y, sin embargo, no se dice: «Según el rito de Aarón», para que nadie crea que el Salvador posee el sacerdocio por sucesión. Porque el sacerdocio de Aarón se transmitía por sucesión, pero el sacerdocio del Salvador no pasa a los otros por sucesión, ya que él permanece sacerdote para siempre, tal como está escrito: Tú eres sacerdote eterno según el rito de Melquisedec.
El Salvador es, por lo tanto, rey y sacerdote según su humanidad, pero su unción no es material, sino espiritual. Entre los israelitas, los reyes y sacerdotes lo eran por una unción material de aceite; no que fuesen ambas cosas a la vez, sino que unos eran reyes y otros eran sacerdotes; sólo a Cristo pertenece la perfección y la plenitud en todo, él, que vino a dar plenitud a la ley.
Los israelitas, aunque no eran las dos cosas a la vez, eran, sin embargo, llamados cristos (ungidos), por la unción material del aceite que los constituía reyes o sacerdotes. Pero el Salvador, que es el verdadero Cristo, fue ungido por el Espíritu Santo, para que se cumpliera lo que de él estaba escrito: Por eso el Señor, tu Dios, te ha ungido con aceite de júbilo entre todos tus compañeros. Su unción supera a la de sus compañeros, ungidos como él, porque es una unción de júbilo, lo cual significa el Espíritu Santo.
Sabemos que esto es verdad por las palabras del mismo Salvador. En efecto, habiendo tomado el libro de Isaías, lo abrió y leyó: El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido; y dijo a continuación que entonces se cumplía aquella profecía que acababan de oír. Y, además, Pedro, el príncipe de los apóstoles, enseñó que el crisma con que había sido ungido el Salvador es el Espíritu Santo y el poder de Dios, cuando, en los Hechos de los apóstoles, hablando con el centurión, aquel hombre lleno de piedad y de misericordia, dijo entre otras cosas: Jesús de Nazaret empezó su actividad por Galilea después del bautismo predicado por Juan; Dios lo ungió con poder del Espíritu Santo y pasó haciendo el bien y devolviendo la salud a todos los que estaban esclavizados por el demonio.
Vemos, pues, cómo Pedro afirma de Jesús que fue ungido, según su condición humana, con poder del Espíritu Santo. Por esto Jesús, en su condición humana, fue con toda verdad Cristo o ungido, ya que por la unción del Espíritu Santo fue constituido rey y sacerdote eterno.

Responsorio
R. Contemplad la grandeza del que viene a salvar a las naciones: * Él es el rey de justicia, cuya vida no tiene fin.

V. Jesús penetró hasta el interior del santuario, como precursor nuestro, constituido sumo sacerdote para siempre, según el rito de Melquisedec.

R. Él es el rey de justicia, cuya vida no tiene fin.


Oración final Semana XII
Oremos:
Concédenos vivir siempre, Señor, en el amor y respeto a tu santo nombre, porque jamás dejas de dirigir a quienes estableces en el sólido fundamento de tu amor.
—Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
Que busquen a Cristo, que encuentren a Cristo, que amen a Cristo Que busquen a Cristo, que encuentren a Cristo, que amen a Cristo
Que busquen a Cristo, que encuentren a Cristo, que amen a Cristo JMEB

ORACIONES QUE DEBE DECIR EL SACERDOTE AL VESTIRSE LOS ORNAMENTOS SAGRADOS

 AL LAVARSE LAS MANOS, DIGA:
Purifica, señor, de toda mancha mis manos con tu virtud, para que pueda yo servirte con limpieza de cuerpo y alma. Amen
AL VESTIR EL AMITO :
Pon, Señor, sobre mi cabeza el yelmo de salvación, para rechazar los asaltos del enemigo. Amen
AL REVESTIRSE CON EL ALBA :
Hazme puro Señor, y limpia mi corazón, para que, santificado por la Sangre del Cordero, pueda gozar de las delicias eternas. Amén.
AL COLOCAR EL MANIPULO SOBRE EL BRAZO DERECHO:
Merezca Señor, llevar el manípulo del llanto y del dolor, para poder recibir con alegría el premio de mis trabajos. Amén.
AL PONER LA ESTOLA SOBRE EL CUELLO :
Devuélveme Señor, la estola de la inmortalidad, que perdí con el pecado de mis primeros padres, y aun cuando me aceptas sin ser digno a celebrar tus Sagrados Misterios, haz que merezca el gozo Eterno. Amén.
AL AJUSTAR EL CINGULO :
Cíñeme Señor con el cíngulo de Tu pureza, y borra en mis carnes el fuego de la concupiscencia, para que more siempre en mí, la Virtud de la continencia y la castidad. Amén.
AL VESTIR LA CASULLA :
Señor, que has dicho, mi yugo es suave, y mi carga liviana, haz que la lleve a  tu manera y consiga tu gracia. Amén.

"Escúchanos, Señor, Dios nuestro: derrama sobre este tu servidor la bendición del Espíritu Santo y la virtud de la gracia sacerdotal, para que la abundancia de tus dones acompañe siempre al que ahora te presentamos para ser consagrado. Por Cristo nuestro Señor. Amén"
"Te pedimos, Padre todopoderoso, que confieras a este siervo tuyo la dignidad del presbiterado; renueva en su corazón el Espíritu de santidad; reciba de ti el sacerdocio de segundo grado y sea, con su conducta, ejemplo de vida...".
· Unge con el Santo Crisma las manos de los ordenados:
"Jesucristo, el Señor, a quien el Padre ungió con la fuerza del Espíritu Santo, te auxilie para santificar al pueblo cristiano y para ofrecer a Dios el sacrificio".
"Recibe la ofrenda del pueblo santo para presentarla a Dios. Considera lo que realizas e imita lo que conmemoras, y conforma tu vida con el misterio de la cruz de Cristo".

"La paz esté contigo"

ORACIÓN PARA PREPARARSE A LA CELEBRACIÓN DE LA SANTA MISA
Me acerco a tu altar, Dios omnipotente y eterno, para ofrecer este sacrificio a tu majestad, suplicando tu misericordia por mi salvación y la de todo el pueblo.
Dígnate aceptarlo benignamente pues eres bueno y piadoso.
Concédeme penetrar el abismo de tu bondad y presentar mi oración con tal fervor por tu pueblo santo, que se vea colmado de tus dones.
Dame, Señor, una verdadera contrición y lágrimas que consigan lavar mi propias culpas y alcanzar tu gracia y tu misericordia.

Oración por la Santificación de los Sacerdotes, de Santa Teresita del Niño Jesús:
Oh Jesús que has instituido el sacerdocio para continuar en la tierra la obra divina de salvar a las almas protege a tus sacerdotes (especialmente a: .......) en el refugio de tu SAGRADO CORAZÓN.
Guarda sin mancha sus MANOS CONSAGRADAS, que a diario tocan tu SAGRADO CUERPO, y conserva puros sus labios teñidos con tu PRECIOSA SANGRE.
Haz que se preserven puros sus Corazones, marcados con el sello sublime del SACERDOCIO, y no permitas que el espíritu del mundo los contamine.
Aumenta el número de tus apóstoles,
y que tu Santo Amor los proteja de todo peligro.
Bendice Sus trabajos y fatigas,
y que como fruto de su apostolado obtenga la salvación de muchas almas
que sean su consuelo aquí en la tierra y su corona eterna en el Cielo. Amén.

Índice de REZA EL SANTO ROSARIO*