TIEMPO DE PASCUA

  • 3er. Domingo de Pascua: Apacienta mis corderos y mis ovejas.
    ¿Por qué tras la Resurrección Jesús no fue reconocido físicamente?

    Dios se ha anonadado, 
hasta hacerse pan consagrado para ti. 
Sed HOSTIAS VIVAS. 
SACRIFÍCATE POR LOS DEMÁS. 
ES LO QUE HACE CRISTO. 
ES LA FE.
    «No os asustéis. Buscáis a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está aquí. Ved el lugar donde le pusieron. Pero id a decir a sus discípulos y a Pedro que irá delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo.» (Lectura del santo Evangelio según san Marcos 16, 6-7)

    Lucas 24, 36-44 (Reunidos en Jerusalén)....Él se presentó en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.»
    Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu.
    Pero él les dijo: «¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón?
    Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo.»
    Y, diciendo esto, les mostró las manos y los pies.
    Como ellos no acabasen de creerlo a causa de la alegría y estuviesen asombrados, les dijo: «¿Tenéis aquí algo de comer?»
    Ellos le ofrecieron parte de un pez asado.
    Lo tomó y comió delante de ellos.
    Después les dijo: «Estas son aquellas palabras mías que os hablé cuando todavía estaba con vosotros: "Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí."»

    Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y sanando a los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con Él.
    Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron colgándolo de la cruz. Pero Dios lo resucitó al tercer día....Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos.
    El testimonio de los profetas es unánime: que cuantos creen en Él reciben, por su medio, el perdón de los pecados».(Hechos de los Apóstoles 10, 38-43)

    Aspiren a los bienes del cielo, no a los de la tierra. Porque han muerto, y su vida está con Cristo, escondida en Dios. Cuando se manifieste Cristo, vida nuestra, entonces también ustedes se manifestarán juntamente con Él, en gloria. (Colosenses 3, 1-4)

  • Toma tu cruz, y síguele. Sé DIGNO de Cristo, que dio la vida por ti. ¿No vas a AMAR al que tanto te AMA?.
    De la Encíclica "Dives in misericordia", en el capítulo V. EL MISTERIO PASCUAL
    ¿Qué nos está diciendo pues la cruz de Cristo, que es en cierto sentido la última palabra de su mensaje y de su misión mesiánica? Y sin embargo ésta no es aún la última palabra del Dios de la alianza: esa palabra será pronunciada en aquella alborada, cuando las mujeres primero y los Apóstoles después, venidos al sepulcro de Cristo crucificado, verán la tumba vacía y proclamarán por vez primera: «Ha resucitado». Ellos lo repetirán a los otros y serán testigos de Cristo resucitado. No obstante, también en esta glorificación del hijo de Dios sigue estando presente la cruz, la cual -a través de todo el testimonio mesiánico del hombre-Hijo- que sufrió en ella la muerte, habla y no cesa nunca de decir que Dios-Padre, que es absolutamente fiel a su eterno amor por el hombre, ya que «tanto amó al mundo -por tanto al hombre en el mundo- que le dio a su Hijo unigénito, para que quien crea en él no muera, sino que tenga la vida eterna». Creer en el Hijo crucificado significa «ver al Padre», significa creer que el amor está presente en el mundo y que este amor es más fuerte que toda clase de mal, en que el hombre, la humanidad, el mundo están metidos. Creer en ese amor significa creer en la misericordia. En efecto, es ésta la dimensión indispensable del amor, es como su segundo nombre y a la vez el modo específico de su revelación y actuación respecto a la realidad del mal presente en el mundo que afecta al hombre y lo asedia, que se insinúa asimismo en su corazón y puede hacerle «perecer en la gehena».
    Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que Él mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de María te pido la conversión de los pobres pecadores. ¡¡¡Ofrécete tu también en el Altar!!!

    Si no predicamos a Cristo crucificado, vana es nuestra predicación. Ese Dios que se hizo uno con nosotros para que nosotros fuéramos uno con Él.  Por AMOR. Cristo es el mismo ayer, hoy y siempre. Jesús, el crucificado, ha resucitado. ¡Alabado sea Jesucristo! Es el crucificado el que resucita, no otro. El que da la vida por AMOR. El que es, el que era, el que vendrá. Palabra hecha carne para que si no creemos por la Palabra, creamos por sus obras.

Toma tu cruz, y síguele. Sé DIGNO de Cristo, que dio la vida por ti. ¿No vas a AMAR al que tanto te AMA?.   
La Cruz del Señor, salvó a la humanidad. 
  Ofrenda tus cruces para contribuir a la salvación.
    ¿Que queda ahora ante nuestros ojos? Queda un Crucifijo, una Cruz elevada sobre el Gólgota, una Cruz que parece señalar la derrota definitiva de Aquel que había traído la luz a quien estaba sumido en la oscuridad, de Aquel que había hablado de la fuerza del perdón y de la misericordia, que había invitado a creer en el amor infinito de Dios por cada persona humana. Despreciado y rechazado por los hombres, está ante nosotros el «hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, despreciado y evitado de los hombres, ante el cual se ocultaban los rostros» (Is 53,3).
    Pero miremos bien a este hombre crucificado entre la tierra y el cielo, contemplémosle con una mirada más profunda, y descubriremos que la Cruz no es el signo de la victoria de la muerte, del pecado y del mal, sino el signo luminoso del amor, más aún, de la inmensidad del amor de Dios, de aquello que jamás habríamos podido pedir, imaginar o esperar: Dios se ha inclinado sobre nosotros, se ha abajado hasta llegar al rincón más oscuro de nuestra vida para tendernos la mano y alzarnos hacia él, para llevarnos hasta él. La Cruz nos habla de la fe en el poder de este amor, a creer que en cada situación de nuestra vida, de la historia, del mundo, Dios es capaz de vencer la muerte, el pecado, el mal, y darnos una vida nueva, resucitada. En la muerte en cruz del Hijo de Dios, está el germen de una nueva esperanza de vida, como el grano que muere dentro de la tierra.
    De las PALABRAS DEL SANTO PADRE EMÉRITO BENEDICTO XVI al final del Vía Crucis en el Coliseo (22-IV-2011). Fuente: http://www.franciscanos.org/oracion/vcruz2011.html

    Papa Francisco, parte de su homilía 14/3/2013
    "cuando caminamos sin la Cruz, cuando edificamos sin la Cruz y cuando confesamos a un Cristo sin Cruz, no somos discípulos del Señor, somos mundanos: somos obispos, sacerdotes, cardenales, papas, pero no discípulos del Señor".
    "Quisiera que todos, luego de estos días de gracia, tengamos el coraje de caminar en presencia del Señor, con la Cruz del Señor, de edificar a la Iglesia sobre la sangre del Señor, que está sobre la Cruz, y de confesar la única gloria, Cristo crucificado. Y así la Iglesia irá adelante", subrayó.
    .......... "el Espíritu Santo, la oración de la Virgen, nuestra Madre, nos conceda esta gracia: caminar, edificar, confesar a Jesucristo crucificado. Así sea". (Enviado por e-mail)
    "Si no confesamos a Jesucristo, la cosa no va"

    «Si alguno quiere acompañarme, que no se busque a sí mismo, que tome su cruz de cada día y me siga. Pues el que quiera conservar para sí mismo su vida, la perderá; pero el que la pierda por mi causa, ése la encontrará. En efecto, ¿de qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si se pierde a sí mismo o se destruye? Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras, de ése se avergonzará el Hijo del hombre, cuando venga en su gloria, en la de su Padre y en la de los santos ángeles.» († Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 23-26)


    DOMINGO 12 de Mayo de 2013, ASCENSIÓN


    Mateo 28, 18-20 Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.»
    DOMINGO 19 de Mayo de 2013, PENTECOSTÉS
    JESUS MÍO, YO CONFÍO EN TI. HÁGASE EN MI SEGÚN TU PALABRA. HE AQUÍ EL SIERVO DEL SEÑOROraciones al Espíritu Santo
  • Misa para el domingo de Pentecostés
  • El Espíritu Santo en el Oficio de Lectura, semana VII de Pascua
  • SI LE AMÁIS, OS ENVIARÁ EL ESPÍRITU SANTO. VEN ESPÍRITU SANTO, INFLAMA LOS CORAZONES DE TUS FIELES, Y ENCIENDE EN ELLOS EL FUEGO DE TU AMOR. ¡¡¡ADORA AL ESPÍRITU SANTO!!!
    Jn 7, 37«Si alguno tiene sed, venga a mí, y beba 38el que crea en mí», como dice la Escritura: De su seno correrán ríos de agua viva.
    39 Esto lo decía refiriéndose al Espíritu que iban a recibir los que creyeran en él. Porque aún no había Espíritu, pues todavía Jesús no había sido glorificado.

    Jn 20, 19Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.»
    20 Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor.
    21 Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.»
    22 Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo.
    23 A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»

    "El Hijo pródigo, la misericordia. El misterio Pascual" De la Carta encíclica "Dives in Misericordia"




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